
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado un cambio drástico en el clima en España con la llegada de una masa de aire polar que provocará un descenso significativo en las temperaturas y heladas en varias zonas. Las temperaturas, que se han mantenido anormalmente altas para esta época del año, caerán a mediados de la próxima semana.
Este viernes, las lluvias estarán focalizadas en Cataluña, especialmente en Girona, donde hay alerta naranja por precipitaciones intensas que podrían alcanzar hasta 40 l/m² en menos de una hora en el área del Ampurdán. En Cadaqués ya se han registrado lluvias torrenciales, acumulando hasta 100 l/m² en 12 horas. Además, se espera la entrada de un frente atlántico por el oeste peninsular, lo que aumentará la nubosidad y dejará lluvias en Galicia y el noroeste de Cantabria.
Las precipitaciones también podrían extenderse a otras áreas del noroeste, mientras que persisten los chubascos en el Estrecho y el Mediterráneo. En Canarias, se espera un incremento significativo de las temperaturas, con valores superiores a los habituales. Por el contrario, las temperaturas mínimas bajarán en Galicia y la mitad este de la península. Las ciudades con máximas más altas serán Las Palmas de Gran Canaria con 31ºC, Santa Cruz de Tenerife con 29ºC y Alicante, Granada, Oviedo, Sevilla y Valencia, todas con 23ºC.
Según José Antonio Maldonado, director de Meteorología en Meteored, «el sábado un frente atravesará el interior norte de la península, dejando algunas precipitaciones». Sin embargo, este frente llegará debilitado a las zonas mediterráneas y no alcanzará el sur, donde predominarán los cielos despejados. En Canarias, se espera presencia de calima.
Para el domingo, se pronostica la posibilidad de precipitaciones en el litoral sur del golfo de Valencia, la vertiente cantábrica, la cordillera Ibérica, los Pirineos y Baleares, mientras que las heladas reaparecerán en los Pirineos. Aemet también prevé un descenso en las temperaturas durante el fin de semana, acercándose a valores más típicos de esta época del año, especialmente en el sur peninsular y el área mediterránea, donde las máximas rondarán los 20 grados. La semana siguiente continuará con tiempo inestable en el Mediterráneo y posibilidad de chubascos, con una bajada de temperaturas a partir del miércoles o jueves debido a la entrada de vientos del norte que traerán un ambiente más frío.
Duncan Wingen, de Meteored, explica que el anticiclón en latitudes altas y el flujo de vientos de levante han evitado la entrada de aire frío, pero esta tendencia podría cambiar. Este fenómeno de “bloqueo escandinavo” podría facilitar la entrada de aire más frío desde el primer cuadrante (norte y este), lo que generaría un descenso general de las temperaturas en gran parte de la península y Baleares.
A partir del lunes, se formará un potente anticiclón sobre las Islas Británicas. Este fenómeno permitirá que una masa de aire polar descienda desde Escandinavia hacia el Mediterráneo, generando una profunda borrasca en Italia. La entrada de este aire frío se prevé a mediados de la próxima semana y podría persistir al menos durante siete días, según Wingen.
El descenso de temperaturas se daría en dos fases, aclara Wingen. En la primera fase, a partir del miércoles, las temperaturas máximas comenzarán a bajar, mientras que las mínimas se mantendrán debido a la presencia de viento y nubes. A partir del jueves, con el retorno del anticiclón y la disminución del viento, el ambiente nocturno se enfriará considerablemente. En noches despejadas, sin nubes, es probable que se registren heladas en zonas de valles y áreas llanas.