Francisco Taus, agricultor de Benicarló, Castellón, lleva cultivando tomates desde hace 40 años. Gracias a la plataforma Europa Agricult Product, ahora puede venderlos a un precio más justo y sostenible.
Nacido en 1968 en una familia de agricultores, Taus ha dedicado su vida al campo. Desde que terminó sus estudios, se ha entregado a la producción agrícola con pasión, pero ha enfrentado muchas dificultades. La principal, como señala él y el sector en general, es la pérdida de competitividad de los productos españoles frente a las importaciones. “No competimos en igualdad de condiciones. Aquí en España nos exigen altos controles de calidad, normas fitosanitarias estrictas y salarios justos para los trabajadores, lo cual encarece nuestra producción. En cambio, en países como Marruecos, los salarios son una décima parte y las regulaciones son menos exigentes, por lo que sus productos son mucho más baratos. Para nosotros es muy difícil competir”, comenta Taus.
A esta desventaja competitiva se le suma el hecho de que «los supermercados pagan mal a los productores», como sostiene la plataforma Europa Agricult Product (EAP). Debido a estos problemas, muchos agricultores españoles están buscando nuevas formas de sobrevivir en un mercado donde los precios de los productos frescos importados son más bajos, y los pagos de los supermercados son insuficientes.
Francisco Taus encontró una solución en la plataforma EAP, fundada por Pascual Cabedo en Pedralba en 1970. Este verano, gracias a la EAP, ha conseguido vender sus tomates a un mejor precio, lo que le ha traído tranquilidad. «Antes vendía mis tomates a los mercados mayoristas por unos 0,80 euros el kilo. Aunque te pagan cerca de un euro, después de descontar las comisiones, el transporte y el coste de las cajas, se queda en menos. Ahora, con EAP, los vendo a 1,20 euros el kilo, y ellos se encargan de los costos de transporte. Esto me ha dado mucha tranquilidad. No tengo que preocuparme por los bajos precios de los tomates marroquíes o la posible pérdida de la cosecha. Si todo sigue así, me gustaría que entre el 60 % y el 70 % de mis tomates se vendieran a través de la plataforma el próximo año», señala Taus.
Precios justos para los agricultores
La palabra que más repite Francisco Taus es «tranquilidad». Esto se debe a que la EAP le asegura un precio justo por sus productos, un principio fundamental de la plataforma, según explica Pascual Cabedo: «Nuestro objetivo es garantizar a los agricultores un precio justo y rentable».
Además de este compromiso con los agricultores, la EAP tiene otros tres pilares: garantizar al consumidor que el producto es de origen español o europeo, asegurar la frescura de los productos, y gestionar eficientemente la distribución para que los alimentos lleguen en óptimas condiciones al consumidor final.
Con estos principios en mente, Taus ha decidido intensificar su producción de tomates. Desde los años 90, cuando empezó a cultivar tomates en invernadero, solía hacer dos cosechas al año, dejando un descanso de dos o tres meses entre cada una. Pero ahora, al recibir un precio más justo, está considerando plantar durante 11 meses al año con rotaciones, lo que le permitirá obtener mayores beneficios y cubrir sus necesidades.
En sus 30.000 metros cuadrados de cultivo, Taus también produce piñas y pitayas, y ahora está planeando aumentar la producción de tomates de calidad. Con 120.000 plantas de siete variedades diferentes, espera vender aún más a través de la EAP.
Del campo a la mesa en un día
Uno de los pilares clave de la EAP es garantizar al consumidor que el producto que compran es fresco y de origen europeo. “Queremos que los consumidores compren productos frescos y de alta calidad. Los tomates nos llegan por la mañana y esa misma tarde o al día siguiente ya los estamos enviando, asegurando su frescura”, explica Cabedo, quien también ha trabajado en la agricultura durante 25 años.
Cabedo ha sido testigo de la degradación del sector agrícola, marcada por la competencia desleal de productos importados de fuera de la Unión Europea. Estos productos son más baratos debido a los menores costos de producción y normas menos estrictas, lo que ha perjudicado a los agricultores españoles. Consciente de la dificultad de detener estas importaciones, Cabedo fundó la EAP hace tres años para diferenciar los productos europeos.
La plataforma patentó un logotipo que recuerda a la bandera de la Unión Europea, con el objetivo de que los consumidores puedan identificar fácilmente el origen de las frutas y verduras que compran. Sin embargo, no fue hasta hace cuatro meses cuando la EAP comenzó a operar como intermediario, comprando productos directamente a los agricultores y ayudándoles a vender online a un precio justo.
Actualmente, la plataforma cuenta con 15 empleados y colabora con entre 50 y 60 agricultores de toda España, como Francisco Taus. “Muchos de ellos ya nos han expresado su deseo de producir exclusivamente para vender a través de nuestra plataforma”, concluye Cabedo.