Cada año, La Martinuca distribuye en Madrid y Barcelona cerca de 190.000 tortillas de patatas. Aunque su receta incluye los ingredientes clásicos —patatas, huevos, sal y aceite de oliva virgen extra, con la opción de cebolla o sin ella—, lo que hace especial a este proyecto es su toque casero, inspirado en la receta de Martina, abuela de Víctor Naranjo (Madrid, 37 años). Fue él quien decidió llevar el legado familiar a otros hogares en junio de 2021, fundando la empresa con una inversión inicial de 50.000 euros, sin rondas de financiación. En apenas dos años, las ventas alcanzaron los 2,5 millones de euros, triplicando las cifras de 2022, y en 2024 llegaron a facturar 3,5 millones.
“Lo más desafiante ha sido estar a la altura de la expectativa que generan socios como María Pombo y Pablo Castellano”, comenta Naranjo, refiriéndose a la famosa pareja de influencers que apoyó su proyecto. “Pero es una presión positiva, la que te impulsa a dar lo mejor”.
Con una producción que supera las 190.000 unidades anuales, cada tortilla pesa 1,1 kilogramos, suficiente para alimentar a tres personas, a un precio de 21,90 euros. El negocio cuenta con un local físico en la calle Barquillo, en Madrid, además de varias cocinas destinadas al delivery, la base de su modelo de negocio. Este servicio representa el 70% de los ingresos, gestionado a través de plataformas como Uber Eats y Glovo, además de su propio sistema de reparto. Solo en Barcelona, donde iniciaron operaciones en junio de 2024, ya gestionan 60 pedidos diarios con tickets promedio de 30 euros.
La calidad del producto es el pilar de su éxito, y gran parte de ello se debe al chef Pelayo Llavona, quien lleva más de dos décadas en el sector gastronómico. “Tuve la oportunidad de aprender la receta directamente de Martina. El verdadero reto ha sido conservar su autenticidad”, explica Llavona. Hoy, el proceso de producción está prácticamente estandarizado, con un 95% de consistencia. “Desarrollamos un sistema que incluye tres cocciones para la patata: escaldado, pochado y frito final, todo en cocina”.
El ambicioso plan de expansión para 2025 contempla la apertura de seis nuevos locales, cuatro en Madrid y uno tanto en Málaga como en Barcelona. Actualmente, en la capital, cuentan con tres ubicaciones clave: Mercado de San Leopoldo, Plaza de España y Plaza Manuel Becerra. Para financiar esta expansión, Naranjo planea buscar un apoyo bancario de 1,8 millones de euros, con una proyección de necesitar 3,2 millones adicionales para 2026, año en el que esperan abrir un local por mes. Miran también hacia mercados internacionales, con Portugal e Italia como objetivos iniciales para 2027. “Si los estadounidenses han exportado la hamburguesa y los italianos la pizza, no veo por qué los españoles no podemos exportar la tortilla de patatas”, argumenta Víctor. Además, destaca su versatilidad: “Es un plato que puedes disfrutar en desayuno, comida o cena”.
La innovación en el menú también ha jugado un papel importante. Además de las opciones tradicionales —con cebolla o sin ella—, han añadido variedades como tortilla de pimiento verde italiano o de butifarra negra de perol. Con una plantilla que ya supera las 55 personas y un equipo comprometido con el propósito de la marca, La Martinuca se posiciona como un referente de la gastronomía española lista para conquistar nuevos horizontes.
