Un circo romano descubierto desde el aire gracias a un dron

Arkikus, una empresa especializada en reconstrucciones virtuales de patrimonio, dio un gran salto en la arqueología gracias al uso de drones. Lo que comenzó como un encargo para recrear digitalmente el mercado romano de Iruña-Veleia, el yacimiento romano más destacado de Euskadi, terminó en un descubrimiento inesperado: un circo romano de dimensiones significativas y una serie de estructuras desconocidas hasta ahora.

Un hallazgo fortuito gracias a la tecnología

La Diputación Foral de Álava había contratado a Arkikus para diseñar una aplicación que reconstruyera el mercado romano de Iruña-Veleia. Como parte del proceso, revisaron imágenes aéreas históricas y modernas de la zona, conocidas como ortofotos. Fue durante este análisis que Iker Ordoño, arquitecto de la empresa, notó patrones inusuales: dos líneas paralelas segmentadas que no coincidían con las marcas habituales del arado.

La experiencia de Ordoño en urbanismo clásico lo llevó a sospechar que se trataba de un circo romano. Junto a su hermano Javier, arqueólogo y cofundador de Arkikus, decidieron verificar la hipótesis con imágenes capturadas por drones. Los resultados confirmaron sus sospechas, lo que dio paso a una investigación más amplia sobre el yacimiento.

El redescubrimiento de Iruña-Veleia

El uso combinado de drones, tecnología LiDAR y cartografía digital permitió a Arkikus analizar 251 hectáreas del sitio arqueológico. Además del circo romano, identificaron trazas de templos, plazas, baños, casas privadas y vías comerciales. Según Javier Ordoño, el circo, de 280 metros de largo por 72 de ancho, podría haber albergado a unos 5.000 espectadores en carreras de carros.

Este es el tercer circo romano más importante del norte de la península ibérica, después de los de Tarraco y Calagurris. Además, a diferencia de otros, no está cubierto por edificaciones modernas, lo que facilita futuras investigaciones. Sin embargo, será necesario confirmar los hallazgos a través de excavaciones sistemáticas.

Un nuevo enfoque para la arqueología

Arkikus ha demostrado el potencial de combinar tecnologías avanzadas con arqueología para redescubrir el pasado. Anteriormente, ya habían trabajado en la Llanada Alavesa buscando estructuras megalíticas, y ahora, con nuevas subvenciones del Gobierno Vasco, planean ampliar su uso de imágenes satelitales, que ofrecen actualizaciones diarias del terreno, multiplicando las posibilidades de nuevos descubrimientos.

Reconstrucciones virtuales: una máquina del tiempo en el bolsillo

El principal enfoque de Arkikus sigue siendo la creación de reconstrucciones virtuales del patrimonio histórico. A través de aplicaciones móviles, los visitantes pueden explorar lugares como el mercado de Iruña-Veleia y visualizar cómo eran en su época de esplendor. “Es como viajar al pasado con una máquina del tiempo”, explica Javier Ordoño.

Esta capacidad de recrear con precisión espacios históricos les ha valido numerosos reconocimientos, como el premio Hispania Nostra en 2020 por la recreación del castillo de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) y la nominación a los The AppTourism Awards de Fitur 2019 por su trabajo en el Convento de Santa Catalina (Álava).

Un proyecto nacido en Sudamérica

La chispa que dio origen a Arkikus surgió en Machu Picchu. Iker Ordoño y Arantxa Satrustegi, cofundadores y pareja, estaban de mochileros en Sudamérica tras la crisis económica de 2012 que golpeó a la arquitectura. Mientras esperaban a un guía en el yacimiento peruano, imaginaron cómo sería ver el lugar tal como era en el pasado. Al regresar a España, participaron en un concurso de emprendimiento con la idea y ganaron. Así nació Arkikus en 2016, una iniciativa que combina tecnología, historia y creatividad para conectar el presente con el pasado.