Una nueva borrasca atlántica, denominada Berenice, se aproxima a la Península Ibérica, y promete dejar un fin de semana marcado por lluvias intensas y persistentes, sobre todo en el oeste y centro peninsular. La situación será especialmente crítica en Andalucía, donde se esperan acumulaciones de hasta 120 litros por metro cuadrado en tan solo 12 horas, e incluso 150 l/m² en áreas del valle del Guadalquivir, lo que podría provocar desbordamientos de ríos e inundaciones.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ha señalado que este viernes será un día «adverso» en el oeste de Andalucía. En provincias como Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz, las precipitaciones podrían superar los 100 litros por metro cuadrado en 12 horas, lo que supone un «riesgo importante».
Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha y otras partes de Andalucía occidental también se verán afectadas por lluvias y tormentas localmente fuertes, con hasta 20-25 litros por metro cuadrado en menos de una hora. En cambio, en regiones como Galicia, el oeste de Castilla y León, y el centro peninsular, las lluvias serán más moderadas, y en el Mediterráneo no se prevén precipitaciones.
En cuanto a las temperaturas, se espera un ascenso en el este de la península y un descenso en el oeste. Murcia y Valencia registrarán las máximas, con 27 y 25 grados respectivamente, mientras que Madrid alcanzará los 19 grados y León tendrá la jornada más fresca, con solo 14 grados.
El sábado, coincidiendo con la festividad nacional, las lluvias continuarán con intensidad en Andalucía, afectando especialmente a Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz, donde de nuevo podrían superarse los 100-120 litros por metro cuadrado en apenas 12 horas. Aemet ha activado un aviso rojo (riesgo extremo) en Sevilla y Córdoba para mañana, debido a las lluvias torrenciales previstas.
Además, en áreas del sistema Central, como el sur de Ávila, el norte de Cáceres y otras zonas del centro peninsular, se esperan precipitaciones importantes, aunque serán más suaves en el resto del país, salvo en el Cantábrico y el Mediterráneo, donde apenas lloverá.
Para el sábado, se prevé una subida «notable» de las temperaturas, especialmente las nocturnas, debido a la combinación de abundante nubosidad y el aire húmedo y templado que arrastra la borrasca. En la costa mediterránea y en el bajo Guadalquivir, las mínimas estarán entre 18 y 20 grados, algo inusual para mediados de octubre, según Aemet.
El domingo será una jornada más tranquila, con lluvias más dispersas y menos intensas, aunque en Andalucía occidental podrían continuar fuertes durante la madrugada. A lo largo del día, las precipitaciones tenderán a cesar y las temperaturas diurnas aumentarán en casi todo el país, especialmente en la mitad oriental, donde el viento del sur y cielos más despejados permitirán superar los 25 grados en amplias zonas, y alcanzar los 30 grados en ciudades del sur como Granada o Alicante, así como en Palma de Mallorca.