Cuando Paco Roca solo era Paco

Una muestra expositiva enseña por primera vez los orígenes de Paco Roca como dibujante

Hay veces que, tras las propuestas más humildes, se esconden las grandes historias. Así sucede con ‘La eda de piedra’ (así, con falta de ortografía y todo, que evoca la jerga popular). Se trata de una modesta exposición que pudo verse este fin de semana en el Salón del Cómic de Valencia y que, a pesar de lo efímero de su duración (se inaugura y clausura con el propio salón), bien merece una pequeña reflexión dirigida a todos los lectores de ABC; especialmente, a los más jóvenes que sueñan con dedicarse al arte del cómic.

La exposición es una idea de MAC Diego sobre el trabajo de Paco Roca. Este último, no necesita presentación, ya que es uno de nuestros más insignes historietistas. El que no es tan conocido, es MAC Diego, uno de los «cómplices habituales» de Roca y el comisario que se encuentra detrás de la mayor parte de las propuestas expositivas sobre el autor valenciano.

‘La eda de piedra’ es la prehistoria del propio Roca cuando solo era Paco, un niño amante de la animación y los cómics, y muestra el camino que recorre hasta convertirse en Paco Roca, el historietista de éxito perfectamente conocido por todos.

‘La eda de piedra’ incluye los primeros materiales de cómic producidos por Paco. Me resulta especialmente divertido un cómic dibujado con ayuda de sus rotuladores, que rememora las aventuras de una película que había impresionado hondamente el cine, el filme ‘El Imperio Contraataca’ (Irvin Kershner, 1980). Podemos disfrutarlo gracias a su madre Antonia, que tuvo la visión de conservar muchos dibujos de su hijo desde los 9 hasta los 16, que ahora se muestran por primera vez al público. Entre otros, más historietas basadas en series de TV y películas como ‘Galáctica’, el ‘Superman’ interpretado por Christopher Reeve, y obras literarias de autores que fascinaban al joven Paco, como Julio Verne.

Hay veces que, tras las propuestas más humildes, se esconden las grandes historias. Así sucede con ‘La eda de piedra’ (así, con falta de ortografía y todo, que evoca la jerga popular). Se trata de una modesta exposición que pudo verse este fin de semana en el Salón del Cómic de Valencia y que, a pesar de lo efímero de su duración (se inaugura y clausura con el propio salón), bien merece una pequeña reflexión dirigida a todos los lectores de ABC; especialmente, a los más jóvenes que sueñan con dedicarse al arte del cómic.

La exposición es una idea de MAC Diego sobre el trabajo de Paco Roca. Este último, no necesita presentación, ya que es uno de nuestros más insignes historietistas. El que no es tan conocido, es MAC Diego, uno de los «cómplices habituales» de Roca y el comisario que se encuentra detrás de la mayor parte de las propuestas expositivas sobre el autor valenciano.

‘La eda de piedra’ es la prehistoria del propio Roca cuando solo era Paco, un niño amante de la animación y los cómics, y muestra el camino que recorre hasta convertirse en Paco Roca, el historietista de éxito perfectamente conocido por todos.

‘La eda de piedra’ incluye los primeros materiales de cómic producidos por Paco. Me resulta especialmente divertido un cómic dibujado con ayuda de sus rotuladores, que rememora las aventuras de una película que había impresionado hondamente el cine, el filme ‘El Imperio Contraataca’ (Irvin Kershner, 1980). Podemos disfrutarlo gracias a su madre Antonia, que tuvo la visión de conservar muchos dibujos de su hijo desde los 9 hasta los 16, que ahora se muestran por primera vez al público. Entre otros, más historietas basadas en series de TV y películas como ‘Galáctica’, el ‘Superman’ interpretado por Christopher Reeve, y obras literarias de autores que fascinaban al joven Paco, como Julio Verne.

Huelga decir que, a MAC Diego, los tebeos le gustan más que a un tonto un palito, y la afición por la historieta hizo que profesor y alumno se hicieran amigos. Mac Diego rememora aquellos años diciendo: «Había otros alumnos que les gustaban los cómics, pero querían ser dibujantes de Marvel y hacer Spiderman. Paco y yo teníamos una visión distinta, más europea. Nos gustaba Tintín y el Gran visir iznogud, Astérix, Corto Maltes, Liberatore, Moebius, o nuestros Gallardo, Max, Ibáñez…».

MAC Diego tenía una agencia de publicidad, y muchos de sus exalumnos, tras acabar los estudios, daban sus primeros pasos profesionales de su mano. Paco no fue una excepción. Como dice el propio Paco Roca «durante años, la publicidad me pagaba la hipoteca».

En un momento de todo este proceso, Roca tiene la siguiente conversación con su amigo:

-Paco Roca: A partir de ahora dejo la publicidad. Solo me voy a dedicar a dibujar tebeos.

-MAC Diego: ¿Cómo? ¿pero eres consciente de todo lo que vas a dejar de facturar?

-Paco Roca: Ya, ya… pero es que lo que quiero es dibujar tebeos.

El primer dinero proveniente de los cómics llega a Paco de la fuente más inesperada. La editorial La Cúpula, y su editor Josep María Berenguer, alma mater de la mítica revista ‘El Víbora’, tiene otra revista que en los 90 (antes de la era de internet) funciona a las mil maravillas. Se trata de ‘Kiss Cómics’, cuya temática es erótica. Paco publica aquí sus primeras historias, y cuenta que le hacía tanta ilusión que le pagaran por hacer cómics, que se guardaba los recibos (alguno de ellos también se muestra en la exposición junto a alguna portada del Kiss). Desde el Kiss, da el salto a ‘El Víbora’. Con 30 años publica ‘GOG’, su primer cómic book…

A partir de ahí, viene en Paco que todos conocemos. Primero con éxitos discretos, como ‘El juego lúgubre’, incluso con algún fracaso de ventas como ‘Hijos de la Alhambra’; pero Paco continúa firme su camino, dibujando tebeos. Al padre de MAC Diego le diagnostican Alzheimer. Paco que conoce al padre de su amigo queda fuertemente impresionado por su rápido deterioro. Como hace siempre (desde niño), expresa aquello que siente dibujando. El resultado es ‘Arrugas’… Y como suele decirse, lo demás es historia.

Sirvan estas líneas para inspirar a todos aquellos que sueñan con contar historias con un lápiz en la mano; y que tengan muy presente que, antes de que sus nombres aparezcan escritos en la Historia, hay una prehistoria; y esta, es la de Paco.

Fuente: abc.es